Polarización del alma

En ti se alegran los que aman tu nombre (Sal 5,12)
Estimados hermanos unidos en la invocación del Santo Nombre, aprovechando este espacio de consulta que saludo vivamente, deseaba consultar vuestras opiniones y reflexiones en torno a una inquietud que tengo sobre la práctica de la oración de Jesús, considerando que soy un humilde principiante en este camino, ustedes sabrán dispensarme en lo que debiere.

De la lectura de pasajes del sabio padre Juan Casiano y a propósito de otro “secreto de los Padres de la primera época, el versículo “Dios mío ven en mi ayuda, apresúrate Señor, en socorrerme”…(Sal.69,2) Casiano expresa: “que el sueño os cierre los ojos con estas palabras, de modo que a fuerza de repetirlas toméis el hábito de decirlas incluso durmiendo. Que ellas sean, al despertar, la primera cosa que se presente a vuestro espíritu , antes de cualquier otro pensamiento”…(Colaciones 10)

En semejante sentido o parecer en la Filocalia, el padre Juan Clímaco, a próposito de la oración de Jesús y el pensamiento de la muerte (Escalón 15) dice: …»Al extendernos en nuestro lecho es cuando ha llegado el momento de velar….que siempre se acueste con vosotros el pensamiento de la muerte y que con vosotros se despierte junto a la oración monológica de Jesús. No podrais en vuestros sueño encontrar auxiliares comparables a éstos.”

De los padres citados, como de las lecturas de este blog y partiendo de la premisa de San Pablo “orad sin cesar”, he deducido y practicado la invocación del Santo Nombre en todo tiempo, inclusive cuando voy a descansar por la noche, y ciertamente lo encuentro revelador y reparador especialmente necesario cuando se está atravesando alguna dificultad, puesto que la invocación del nombre ejerce su poder de polarización y penetra en lo profundo del alma iluminando nuestro espíritu perturbado.

Ahora bien hermanos míos, esta interpretación propia me ha sido refutada por algunos buenos hermanos, quienes me insinuaron que la invocación y repetición en el lecho al ir dormir podría vulnerar el camino o ser irrespetuosa de la oración, y considerando para el caso de los laicos, afectados a la vida social y/o comunidad más pertinente sujetarse solo a la disciplina o practica de invocar la oración dos veces al día, a la mañana y al atardecer (por media hora cada vez.)

He aquí el objeto de mi inquietud y pedido de opinión a vosotros. Los saludo en Cristo Jesús.

Daniel Fabio

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Estimados lectores, amigos y hermanos:

He querido iniciar este espacio donde postearemos de tanto en tanto algunas consultas de lectores y amigos, para que puedan ser respondidas por todos los que lo deseen, en base a su propia experiencia.

Ustedes saben que lo básico sobre la oración de Jesús ha sido dicho, solo resta a través de la práctica ir develando pormenores de este hermoso camino espiritual.

Los saludo invocando el Nombre de Jesucristo

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16 comentarios en “Polarización del alma

  1. Hermano tu inquietud por estos hermanos, no creo que pueda inquietarles sino a los que estan en su entorno, porque a traves de ellos pasa la luz o sino esa inquietud depende de como se comportan esta ayudando a que sus pecados sean los que los moleste, nunca ni la palabra Santo Nombre, ni la oracion puede no hacer bien a toda persona justamente Jesús los sana a traves de su santo Nombre, y hay veces en que nos sentimos confundidos y por eso hay que rezar mucho mas, como así tambien mucho mas es el combate con nuestra familia, sociedad, pero eso es normal. yo oí decir reza, reza, reza hasta que tu vida sea oracion, pidele al Señor que te instruya sobre que podes vos responderles y descubrir el verdadero motivo, así los ayudaras. bendiciones hermano.

  2. poder invocar la oración en todo tiempo es tener presente en todo momento la presencia de dios, no hay momento que desagrade la presencia de esta fuerza del espíritu santo.

  3. Hola Daniel, según lo veo yo, repetir la oración de Jesús es un medio de acercar la voluntad a lo que el alma quiere. Nuestra alma quiere estar en El, quiere el encuentro, quiere el reposo, la felicidad de estar en su casa de vuelta. Nuestra alma quiere y busca encontrarse, escucha la voz del Amado, acude al llamado, pero nosotros nos distraemos. Siempre fue para mí motivo de reflexión esta inconstancia o incapacidad de permanecer anclado en ese anhelo, y especialmente sentía que eran para mí las palabras de Pablo: “Porque si alguno se contenta con oír la palabra sin ponerla por obra, se parece al que contemplaba su cara en el espejo; efectivamente, se contempló, pero dio media vuelta y se olvidó de cómo era”. ¿Será posible permanecer en este anhelo, sin olvidarlo por completo al dar la media vuelta? Repetir la oración de Jesús viene a ser una forma de alinear nuestra voluntad con el anhelo del alma. ¿Y quién podría decir que para esto hay un horario, o que hay lugares o situaciones que son inadecuadas para buscar al que me está llamando?
    Creo que cada uno de acuerdo a sus particularidades, encontrará los momentos y lugares en los que dedicarse de lleno a esta tarea. No hay dos caminos iguales, ni dos vínculos semejantes, porque en definitiva es eso lo que construimos, un vínculo de amor con el Amado. Seguramente serán modos distintos como a la vez nosotros somos distintos, uno encontrará que prefiere zambullirse en la oración con todo su ser dos veces por día, y otro que lo mantiene más presente repetirla sin cesar, y otro que al irse a dormir y otro al levantarse consagrando su día, pero todos sabemos que estamos respondiendo a un llamado.
    Creo que si al fin logramos sintonizar, aunque más no sea en parte y de a ratos, voluntad y anhelo, entramos en una corriente que nos arrastra a Dios. Entonces no importa mucho si hoy tuve la voluntad de repetir la oración todo el día pero mañana me distraigo un poco, porque mi alma sabe a quien busca, y el Amado no se cansa de llamarme. Y tarde o temprano, y aunque a veces me olvide, volveré a escuchar Su voz, y si me pongo muy sorda no tardaré en tropezar con una piedra que me lastime y me ayude a despertar y volver tranquila a mi tarea de ponerme en camino.

    Otra cosa que quería preguntarte es qué quiere decir que “la invocación del Nombre ejerce su poder de polarización”. Yo creo que ejerce su poder de unificación, pero podríamos intercambiar opiniones sobre esto, porque no sé si estoy entendiendo exactamente lo que quisiste decir.

    Un abrazo, con la certeza de que todos somos uno en el Señor

  4. Hola, Daniel.

    Voces más autorizadas que yo te contestarán con argumentos más autorizados. Yo, como practicante novel y poco experimentado, te contestaré narrándote algo que me pasó hace un tiempo y varias veces.

    Normalmente me duermo con facilidad cuando me acuesto. Pero una temporada que me costaba relajarme para dormir, empecé a repetir la Oración de Jesús y me llenaba una gran paz interior hasta que me dormía.

    Algunos días me despertaba a medianoche sobresaltado en medio de una pesadilla terrible, que me obligaba incluso a levantarme de la cama para olvidarla y recuperar la tranquilidad. No encontraba ningún remedio y estaba desesperado. Por fin una noche se me ocurrió, al despertarme sobresaltado, coger un rosario ortodoxo de lana negra que me había regalado el amigo jesuita que me había introducido a la Oración de Jesús y empecé a pronunciar la Oración. Me dormí en paz al cabo de pocos minutos y no volví a soñar esa noche.

    Me pasó varias veces y se lo comenté a mi amigo. Ambos agradecimos la misericordia de Dios, pues vimos Su mano en todo ello.

    Para mí, pues, es claro que por lo que he vivido no tengo ninguna duda en invocar el Nombre de Jesús también al acostarme y durante la noche.

    Un abrazo

    Pere

    • Justamente amigo yo lo invoco incesantemente al irme a dormir como lo dicen los padres y me trae muchas paz.!!! gracias por tu respuesta

  5. Estimado Daniel Fabio, te saludo invocando a Cristo.
    De ningún modo podría uno vulnerar la integridad del Santo Nombre o de la persona del Salvador al pronunciarlo en el lecho o al acostarse. Me atrevo a decir que ninguna situación posible hace indigna la pronunciación. El Nombre invoca (trae a los labios) la Presencia, no se puede hacer sino desde el Espíritu y es un acto apelativo del ser humano a su creador. ¿Que situación podría no ser apta para ello?
    Mi padre espiritual me aconsejó pronunciarlo incluso si al estar pecando caigo en cuenta de la situación y recuerdo su Nombre.
    Con claridad sin igual recuerdo sus palabras: «Si caes y en medio del fango te adviertes pecador, pronuncia su Nombre invocando la misericordia que viene con Él para que tu corazón allí mismo comience a elevarse nuevamente».
    Te agradezco la consulta que me ha suscitado ese recuerdo.

    Un abrazo invocando a Cristo.

      • Estimada hermana, la página está en preparación y es por eso que no está disponible, avisaré por mail al habilitarse.
        Un saludo invocando a Cristo.

    • Estimado Mario agradezco tu respuesta y me ha quedado mas que clara la cuestión con tus dichos y los aportes del resto de los hermanos.De alguna manera eres para mi un maestro o padre espiritual tambien !! Te aprecio. Un abrazo en Cristo Jesus !!!

  6. No veo en la vida social del laico un impedimento para la práctica de la oración del corazón (aunque requiera quizá mayor esfuerzo). Creo humildemente que en los momentos de mayor concentración en alguna actividad, la oración del corazón puede ser esa experiencia de «presencia» de Dios en el alma, de vivir con la Fe el hecho de que uno está siendo «acompañado» por Él en la actividad que realice. Muchas veces cuando uno está estudiando muy concentrado por ejemplo lo puede hacer con una sensación de fondo de que en la casa está en una habitación contigua, su padre, su madre, ambos, ninguno, etc. Sin necesidad de estar con la conciencia siempre repitiendo «estoy solo», está mi «hermano», etc, «sabe» quien está en ese mismo sitio. Creo que algo similar se puede dar en este caso, uno puede estar trabajando concentradamente con la conciencia de estar en la presencia y acompañado del Señor. Esto humildemente creo haberlo experimentado. Espero con el tiempo y con la gracia de Dios que también en la vida social resuene de fondo la invocación del nombre. No creo que lleve a la desconcentración porque cuando uno lo logre, en el fondo no será uno mismo el que invoque y con un esfuerzo que distraiga, sino que será el Espíritu Santo mismo el que invoque en nosotros. Un saludo invocando el nombre de Jesús.

    • Gracias por su respuesta Hermano Heraldo , es cierto no estamos solos al invocar el nombre sino que es el espiritu el que esta obrando con y por nosotros.- Un saludo invocando a Cristo !!!

  7. Estimados Hermanos; ante todo aclarar que hablo desde mi personal experiencia. Conozco la Oracion de Jesús desde agosto pasado gracias al encuentro fortuito de los blogs del Hermano Mario en la red. Comencé entonces a practicarla y a leer sobre el tema. Con el tiempo he notado que la oración me viene sola a la mente, en cualquier momento, incluso manteniendo una conversación, ahí está de fondo. Y tambien dedico el tiempo antes de dormir a la oración, y soy laica. Para mi, todos los momentos del día son sagrados, siempre estamos ante la Presencia, y la práctica de la oración te pone en contacto con esta certeza. Por eso me causa extrañeza la observación de la que el Hermano Daniel ha sido objeto. Es más, si me apuran, creo que el hecho de estar en contacto permanente con el mundo no debería ser una disculpa para quitarle tiempo a la oración, mas bien considero todo lo contrario. La invocacion continua del Santo Nombre se ha convertido en un gran apoyo en mi vida cotidiana. Por mi parte animo a Daniel a que continue con su práctica como lo venía haciendo, si es asi como él encuentra mayor consuelo.

  8. Estimado Daniel Fabio:
    Te saludo invocando el Nombre de Jesús.

    No sé cuál respuesta sea la apropiada, y seguramente la obtendrás. Yo no tengo autoridad suficiente, y solo te haré un comentario desde lo personal.

    Siguiendo las enseñanzas de los Padres del desierto, y las que has mencionado, no me preocupo por lo que las personas opinan, sino que repito el Santo Nombre no sólo en los momentos en que me siento a hacerlo con exclusividad, sino en todo momento, y sobre todo antes de dormir.

    Puede ocurrir que las personas que así te han aconsejado no conozcan este camino, y lo estén evaluando desde sus propios modos de orar, y no consideren oración lo que hacemos.

    Sé por experiencia lo que esta oración representa para mi vida, y me considero libre para estar en ella todo el tiempo.

    Acaso les parezca que este modo pueda alienar o ausentar a la persona de sus compromisos sociales, pero nosotros sabemos que es al contrario, porque nos pone en una atención y nos da una claridad que nos permite estar bien presentes en el mundo, aunque sin ser del mundo.

    Por esto, desde mi interior que repite el Nombre de su Amado día y noche, yo seguiría mi camino con serenidad, perseverancia y sin preocuparme del resto.

    Te repito que todo esto que te escribo es válido para mí, pero hay toda una tradición que lo avala, y no temo equivocarme, porque confío no en mi, sino en Él, que me impulsa a repetir su Nombre.

    Te saludo afectuosamente. Que Jesús nos guíe.

    Blanca

    • Gracias Blanca valoro tus palabras eres un persona muy sabia y siempre sigo tus escritos del blog y facebook , confiamos en E,l no en nosotros , Un saludo afectuoso Blanca !!!

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