Respirando… inhalando y exhalando junto a la invocación, sentí como algo se “quemaba” en mí dando luz al alma entera. El fulgor le viene de un madero antiguo, ensangrentado, ardor intacto de un acto de amor divino.
Extraído de «No resistencia» en «Desde la ermita» en Hesiquía blog
En mi caso al inhalar su Santo nombre me invade una ternura, plenitud, difícil de escribir. Sintiendo al exalar que se van yendo las cosas que me alejan de El. Muchas gracias
Gracias sólo Gracias